Trombosis, insuficiencia venosa

¿Qué es?

La trombosis se produce cuando un coágulo sanguíneo que se forma en una vena superficial o profunda del cuerpo. Suele ocurrir en las piernas o los muslos. Si la vena se inflama, esta condición se llama tromboflebitis. Una trombosis venosa profunda, puede desprenderse y a través de la circulación sanguínea llegar a otros órganos y causar por ejemplo, una disfunción en los pulmones (embolia pulmonar). Así mismo un estado de hipercoagulabilidad en la sangre aumenta el riesgo de abortos, infartos o un derrames.

En cuanto a los síntomas destaca la hinchazón en la pierna, enrojecimiento, dolor y un bulto palpable. Algunos factores de riesgo de estados trombóticos son factores hereditarios, fármacos como anticonceptivos o terapia hormonal, inmovilización y obesidad entre otros.

Por otro lado, la insuficiencia venosa se caracteriza por el mal funcionamiento de las válvulas de las venas, que impiden el retroceso del flujo sanguíneo hacia abajo, afectando por tanto a la circulación pudiendo producir varices, hinchazón de las piernas o llegar a complicarse con el desarrollo de úlceras.

Cómo puede ayudarte el ganoderma

Para evitar este problema, lo mejor sería tratar de solucionar los tres factores desencadenantes a la vez y para ello se suele recurrir a sustancias "venotónicas" que mejoran la firmeza y elasticidad de los capilares, al tiempo que mejoran también el funcionamiento de las válvulas venosas. Conjuntamente se recurre a las sustancias que aumenten la fluidificación de la sangre para mejorar la circulación general.

El ganoderma tiene propiedades antitrombóticas, antinflamatorias y antioxidantes.

El extracto de Reishi tiene propiedades muy indicadas para esta situación, ya que por un lado se trata de un hongo que contiene principios bioactivos de acción antiinflamatoria, antiagregante (para controlar coagulos) y fluidificadora de la sangre.

Además, debido a su alto contenido en germanio, el Reishi potencia la oxigenación de la sangre, permitiendo una mejor nutrición de las células.

Recomendaciones nutricionales y hábitos saludables

  • Practica como mínimo 60 minutos de ejercicio al día. Aprovecha cualquier momento para dar un paseo, hacer la compra, subir las escaleras.
  • Realiza contrastes de agua fría en las piernas para estimular la circulación.
  • Evita los productos cárnicos, sobre todo la carne roja y derivados como embutidos.
  • En general, no puedes tomar productos de pastelería ni bollería.
  • También debes evitar el consumo de alimentos precocinados y desecados de cocina rápida tipo sopas de sobre.
  • Evita o reduce el consumo de sal al mínimo. Cuando la consumas, elige preferentemente sal sin refinar. Puedes sustituir los aderezos de las comidas con especias, por ejemplo.
  • Para cocinar y aliñar tus platos utiliza siempre aceite de oliva virgen extra priorizando su consumo en crudo.
  • Nuestro consejo es que tomes pescado graso o semigraso (pescado azul) de 2 a 3 veces por semana. Varía el pescado: salmón, salmonete, sardinas, jureles, bonito, atún, caballa, boquerón, etc.
  • Aumenta el consumo diario de alimentos ricos en antioxidantes como vegetales y hortalizas, setas, fruta...
  • No bebas alcohol.
  • No consumas productos procesados industriales ricos en azúcares, sal, aceites y aditivos perjudiciales para la salud (galletas, tostadas, pan de molde, cereales industriales...).
  • Prioriza el consumo de cereales integrales y evita las harinas refinadas (pan blanco, pastas, bizcochos...).
  • Las técnicas de elaboración de preferencia son: cocciones, cocciones al vapor o la plancha. No tomes fritos, rebozados, churrascos ni barbacoas.
  • Adopta una actitud positiva y optimista ante la vida. Disfruta de los alimentos naturales y de las cosas sencillas que le rodean.
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